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Comida viva – segunda parte

RESUMEN DE PARTE 1:

El fundamento de la comida viva es la semilla, la real fuente de vida llena de los nutrientes necesarios para soportar la planta que crece, el momento en el que sucede la germinación es la máxima expresión en vitaminas, minerales, proteínas, enzimas, grasas y carbohidratos. Es el momento en que nos comemos el grano beneficiandonos con sus nutrientes.

Al germinar se genera un flujo increíble de energía y suceden cambios químicos: se producen enzimas para transformar los nutrientes concentrados que necesita la planta que empieza a crecer.

La comida viva le da al cuerpo la nutrición óptima para fortalecer el sistema inmune capacitándolo para sobrellevar cualquier debilidad al fortalecer y regenerar las células. Es conveniente germinar diferentes semillas para mayor variedad de propiedades. (lenteja, trigo, frijol mungo, garbanzo, alfalfa, rábano, mostaza, etc. Semillas para consumo humano que no esté fumigada.)

Esta práctica ancestral que se está recuperando es una valiosa y sencilla alternativa de alimentación y sanación para el ser humano del siglo XXI.

PARTE 2:

CÓMO GERMINAR.
SEMILLA+AIRE+AGUA+TEMPERATURA ADECUADA=MILAGRO DE VIDA

Procedimiento:

En frasco de vidrio

Lavar y escoger semilla retirando las que después de humedecidas floten, las cáscaras sueltas y las semillas partidas.

Para calcular la cantidad de semillas es importante tener en cuenta que el volumen de las semillas casi se duplica al remojarlas y  que 1 taza de semillas da 4 a 5 tazas de germinados.

En frasco de boca ancha con una malla o angeo ajustada con un caucho en la boca para evitar que salgan las semillas.

Colocar las semillas, tapar el frasco con el angeo y enjuagar las semillas unas dos veces botando el agua para asegurarse que estén limpias. Finalmente  cubrirlas con agua y  dejarlas en remojo 8 horas.

Semillas en remojo inicial (8 horas)

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Transcurridas las 8 horas, escurrir en una postura oblicua que permita que acabe de escurrir el agua y entre suficiente ventilación.

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Las cascaritas que se sueltan y quedan flotando en cada enjuague  se van sacando, lo mismo que las semillas partidas y las que no van germinando para que no incomoden al consumir los germinados. Las semillas que no germinan permanecen  duras.

El frasco con las semillas, sin agua, tapado con la malla y el caucho se pone en un sitio donde pueda terminar de escurrir, con la abertura hacia abajo, inclinado, de manera que pueda entrar oxigeno permitiendo la germinación.

A las 8 horas enjuagar abundantemente y escurrir  nuevamente colocándolo oblicuo a escurrir de manera que le entre oxígeno.

Esto se repite mañana y tarde, tapando las semillas completamente con agua  al clima, dejándola unos minutos, escurriéndolo y volviéndolo a poner inclinado donde pueda escurrir.

Según el tamaño de las semillas este proceso toma de 3 a 6 días. Los más demorados que conozco son los garbanzos. Si se quiere acelerar el proceso se pueden remojar 3 o 4 veces en el día.

Cuando ya están con el tallito  del mismo largo de la semilla están listos para consumir. Poner en frasco tapado en la nevera. Son deliciosos en ensaladas, encima de un arroz, una pasta (más adelante veremos recetas). Según lo secos que hayan quedado al envasarlos, llegan a durar hasta 8 días y más refrigerados.

Cuando la “colita” que sale del grano es mínimo del largo del mismo grano se puede empezar a consumir.

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En bolsa de liencillo o algodón

Escoger las semillas dañadas y sacarlas.

Introducir las semillas en la bolsa, dejar en agua durante 8 horas, sacar y dejar escurriendo colgada en lugar que no de mucha luz y sea ventilado.

Luego mojar en la mañana y en la noche dejándola colgada entre las mojadas hasta que germinen las semillas. Una vez germinadas, dejarlas secar en un plato durante 6 a 12 horas en un sitio que le dé la luz indirecta para que desarrollen las hojitas y meterlas en frasco de vidrio en la nevera. En la nevera siguen creciendo!

OJO en tierra caliente hay que enjuagar y escurrir unas 4 a 5 veces al día.

(Las sustancias que se producen durante el crecimiento de brotes jóvenes inducirán nuestras células a rejuvenecer)

Qué puede dañar la germinación

  • Malas semillas (viejas), enjuagues inconsistentes, ambiente muy caliente, agua contaminada, ventilación inadecuada
  • Si se asegura de sacar las semillas rotas antes de empezar el proceso, minimiza la posibilidad de que se dañe la germinación.
  • Si al llenar el frasco con agua para enjuagarlos nota pequeños insectos, hay deshacerse de todo. Es importante no revolver semillas para no perderlas todas si hay algunas viejas.
  • Las semillas que no germinan, quedan duras. Si le salen demasiadas semillas duras, cambie de proveedor.
  • En caso de demasiado calor, poner ventilador o enjuagar con + frecuencia.
  • Agua contaminada. Si está seguro de que las semillas son buenas- ya ha germinado con éxito del mismo batch, y la temperatura está bien, trate de filtrar o hervir el agua. Se le puede agregar algo de levadura o rejuvelac al agua. (el rejuvelac se prepara con germinados, próximamente daré la receta)
  • Si están amargos los germinados, asegúrese de no remojarlas demasiado o dejarlas crecer mucho.
  • La mala ventilación también puede dañar los germinados
  • Cuando ya cosechados se dañan generalmente se debe a que quedó algo de agua al fondo del frasco en que se envasó.

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