Remueve las células muertas: Te ayudará a que el aceite penetre más. Exfolia tu piel máximo dos veces a la semana. Puedes hacerlo partiendo en dos una fresa y pasándotela por el rostro. También puedes exfoliarla con papaya, solo debes mezclar media taza de papaya con una cucharada de yogurt natural y una cucharada de miel en un procesador de alimentos y aplicar la mezcla en la piel. Déjala actuar durante 10 minutos, enjuaga con agua fría, seca suavemente y aplica un humectante suave, hazlo solo una vez a la semana porque puede irritar la piel.
Hazlo sobre la piel húmeda: Aprovecha los primeros tres minutos después de haber salido de la regadera para aplicarte el aceite. Después de ese tiempo verás que la humedad va desapareciendo, así que hazlo lo antes posible.
Aplícalo a puerta cerrada: Procura ponértelo antes de salir del baño y con la puerta aun cerrada para que no permitas o pierdas la humedad que hay en el ambiente.